La comunicación dentro de la familia es fundamental para ayudar a que los niños y las niñas desarrollen una autoestima fuerte, una personalidad saludable y construyan unas sanas relaciones sociales de futuro.
Por eso, es importante que la comunicación con vuestras hijas y vuestros hijos, además de cuidar el mensaje que queréis enviarles, se caracterice por expresar amor, cariño y afecto.
Si, además, en esa comunicación les enseñáis la importancia del respeto, la escucha activa y les transmitís que os importa lo que os están diciendo, es importante para vosotros y vosotras, conseguiréis que vuestros hijos e hijas se sientan escuchados/as y queridos/as.
Pero ¿además de transmitirles afecto, cómo podéis lograr que esa comunicación sea más efectiva?
Vuestros hijos y vuestras hijas necesitan sentirse miembros importantes de la familia y desarrollen una mayor seguridad y confianza en sí mismos/as. Ellos y ellas empezarán a desarrollar sus ideas y opiniones en base a la comunicación que vosotros/as como padres y madres les transmitís. Es decir, igual que en otros ámbitos de la vida, vosotros/as les enseñáis no solo con lo que les decís, sino con vuestro ejemplo. Es importante que seáis precisos y claros en vuestros mensajes. Es más probable que vuestras hijas y vuestros hijos estén más dispuestas y dispuestos a hacer lo que se les pide, porque saben lo que vosotros, sus padres y madres, esperáis de ellos y ellas, esto hará que sean más cooperativos/as y colaboradores/as.
Conseguir que la comunicación con vuestros hijos/as sea más afectiva y efectiva, les ayudará a:
Sentirse cuidadas/os y amadas/os.
Sentir que ellos/as son importantes para vosotros/as, sus padres y madres.
Serán personas más seguras y no se aislarán cuando tengan problemas o dificultades.
Habrán aprendido y sabrán deciros lo que sienten y necesitan.
Os sugerimos algunos ejemplos de frases que os ayudarán a que vuestra comunicación con vuestras/os hijas/os sea más AFECTIVA y EFECTIVA:
“Me gustaría saber más del asunto”.
“Cuéntame más acerca de tu amigo”.
“Habla. Yo te escucho, sabes que me encanta escucharte…”.
“¿Y tú qué piensas al respecto?”.
“¿De qué te gustaría hablar?”.
“¿Hay algo más de lo que quieres hablar?”.
“Eso suena interesante”.
“Me interesa mucho lo que estás diciendo”.
“Explícamelo, por favor”
Por tanto, saber lo que tus hijos/as necesitan, estar cerca de ellos/as y que lo perciban, y desarrollar una comunicación afectiva y efectiva con ellas/os son claves para su adecuado desarrollo posterior.